Las investigaciones arrojan que la celiaquía afecta a 1 de cada 100 personas (en Argentina), teniendo el doble de posibilidades de padecerse en el caso de las mujeres. No existe un patrón fijo en el desarrollo de la enfermedad, por lo que mucha gente no la desarrolla hasta la adolescencia o incluso más tarde. La celiaquía puede manifestarse en el niño o no dar síntomas hasta la adolescencia o incluso hasta edad adulta.
En niños suele ser difícil determinar la enfermedad a simple vista ya que todavía son pequeños y no saben hablar o se expresan con dificultad, entonces hay que ser especialmente observadores para intentar captar todas las señales que mandan los niños. Pueden tener síntomas o ser asintomáticos, en donde es más difícil detectarlos.
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Estos son los síntomas más frecuentas en niños:
- Diarreas frecuentes, con mal olor o espesas.
- Vómitos.
- Enfermedades relacionadas con el peso como la pérdida de peso o la anorexia.
- Astenia: la sensación de cansancio y fatigo.
- Problemas en el crecimiento del niño.
- Retraso en el crecimiento: el niño mide y crece más despacio que sus compañeros.
- Distensión abdominal.
- Cambios en el carácter.
- Trastornos en el comportamiento.
- Leucopenia: disminución del número de leucocitos.
- Coagulopatías: problemas en la coagulación de la sangre.
- Trombocitosis: el aumento de plaquetas en la sangre.
- Defectos en los dientes y el esmalte dental.
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El aumento en el número de niños celiacos se debe a los avances médicos en la detección temprana, diagnóstico y tratamiento. Lee también: ¿Cómo nos sentimos frente al diagnóstico de celiaquía?
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Diagnóstico
Cuando llega el diagnostico del niño en la familia puede llegar a causar un gran impacto.
Es importante tener en cuenta que hoy en día realizar un diagnóstico y tratamiento temprano puede cambiar el curso de la enfermedad, disminuir las complicaciones y garantizar una mejor calidad de vida a los niños que las padecen.
Fases de emociones que suelen sentir los padres:
- Shock o negación: no hay aceptación del diagnóstico, esto puede llevar a sentir tristeza, angustia, llanto, etc.
- Consulta de otras opiniones: ante la negación, a veces, se piensa que el diagnóstico es errado entonces se realizan otras consultas con diferentes profesionales, con la esperanza de que no sea cierto.
- Miedo y ansiedad a lo desconocido: al desconocer la enfermedad aparece el miedo y, conjuntamente con ello, la ansiedad por saber de que se trata y como llevar a cabo el tratamiento.
- Rabia/ira: pueden aparecer estos sentimientos y pensar “¿porque a mi hijo?”, “quisiera que fuera un sueño todo”, “esto no nos puede estar pasando…no entiendo nada”
- Aceptación: luego de pasar por las fases anteriores, se llega a la aceptación. Aquí es donde comienza el trabajo fortalecedor y comienza a cambiar la calidad de vida, del niño y la familia, para mejor.
Es importante aclarar que no todos los padres sienten y piensan de la misma manera, algunos podrán aceptarlo rápidamente; otros pasaran por cada una de las fases antes descriptas por periodos más largos. Esto depende de los factores psicológicos de cada persona.
Lo primero que pedirá el médico es un análisis de sangre específico de los anticuerpos. Luego para la confirmación se debe realizar la biopsia intestinal. Es muy importante consultar al pediatra y no actuar por cuenta propia retirando el gluten de la dieta antes del diagnóstico definitivo que debe realizar un especialista. Si se retira el gluten antes de llevar a cabo las pertinentes pruebas se retrasa el diagnóstico lo que perjudicara la salud del niño.
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Factores que ayudan
Para que el niño pueda adaptarse de la mejor manera y el círculo familiar se adapte lo más pronto posible tener en cuenta:
- Buscar información certera de la celiaquía, a través de grupos, redes, páginas, blog, etc.
- Contar con el apoyo familiar y de amigos.
- Acudir a los profesionales a acorde.
- Que el niño realice la dieta estricta, sin que los padres y/o familiares sientan pena o angustia.
- Avisar a los cumpleaños que asista (aunque se lleve la vianda) y en la escuela, si es necesario acercarles la información necesaria sobre celiaquía.
Tener un hijo celíaco hoy no es tan complicado como años atrás en donde no había tanta variedad de productos como ahora. Por lo general, los niños se adaptan rápido y fácil a los nuevos estilos de vida, siendo los adultos los que tienen más dificultad con ello.
Que haya niños con dificultades de adaptación o aceptación también tiene que ver con la psicología de cada uno de ellos, siendo necesaria, en los casos pertinentes, la terapia adecuada. ¿Es este tu caso? ¡Contanos tu experiencia!
Lic. Roxana Chujer
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