¿Crees que tu hijo es alérgico a determinado alimento? De hecho has llegado a esta conclusión porque después de consumirlo, le aparecen erupciones en la piel o presenta algún otro problema. Sin embargo la mayoría de los alimentos tiene más de un componente entonces… ¿cómo saber cuál es el que causa la reacción? Lo mejor que puedes hacer es consultar con su pediatra y mientras tanto… ¡lee este artículo!
¿De dónde provienen las alergias alimentarias?
Los doctores piensan que muchas alergias son hereditarias, aunque algunos niños nacen alérgicos a ciertos alimentos, mientras que otros desarrollan su alergia alimentaria más adelante debido a factores ambientales o genéticos. Algunos niños muestran “intolerancia” a ciertos alimentos, como por ejemplo la leche o sus derivados, el gluten y muchos otros elementos. Los doctores deben averiguar acerca de las reacciones de tu hijo para determinar si padece una alergia y a qué alimento; por ejemplo, saber qué tipo de reacciones aparecen o cuánto tiempo transcurre desde la ingestión del alimento hasta la aparición de la reacción. También querrán saber si hay problemas similares en la familia o acerca de otras enfermedades como asma. Pueden realizarse pruebas cutáneas y comprobar distintas reacciones o incluso realizar análisis de sangre.
¿Cómo se tratan las alergias alimentarias?
Como en el caso de otras afecciones como la celiaquía, ¡no hay medicamentos para tratar este problema! Lo mejor es evitar ingerir los alimentos que provocan la reacción alérgica ya sea como ingrediente principal o secundario o inclusive que pueda tener rastros o vestigios (por ejemplo, un alimento inocuo pero que se ha elaborado en instalaciones utilizadas con el alimento al que es alérgico). Y la mejor forma de saber si un producto contiene determinada sustancia es… ¡leyendo la etiqueta! Por eso, si tu hijo padece una alergia alimentaria, debes enseñarle a leer las etiquetas desde la más temprana edad.
“No, gracias”
Padecer una alergia alimentaria puede ser un verdadero engorro… pero las personas adultas deben ayudar a los niños con este problema a mantenerse lejos de los alimentos que los afectan. Los niños deben antes comprender cómo funciona su organismo para desatar la alergia: ¡es que su sistema inmunológico, por error, considera “peligroso” ese alimento aunque no lo sea! También es interesante saber que algunas alergias (como por ejemplo a los lácteos o huevos) desaparecen con el desarrollo, pero otras perduran durante toda la vida. En la actualidad hay tanta gente afectada por las alergias alimentarias que el mercado ofrece todo tipo de productos aptos para las personas con diferentes alergias e intolerancias. Los niños deben aprender a decir “no, gracias” y así evitarse mayores problemas.
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