En el extremo noroeste de África hay un país mítico: Marruecos. Lo reconocerás fácilmente en el mapa porque sus costas son bañadas por el Atlántico y el Mediterráneo. En Marruecos existe un árbol emblemático que sólo crece a lo largo de la frontera con el Sahara: el argán, del que se obtiene un aceite maravilloso. Las mujeres bereberes conocen sus propiedades desde tiempos inmemoriales, y ahora te las contamos a ti.
El argán, Patrimonio de la Humanidad
El argán es un árbol extraordinario: apareció sobre la superficie terrestre hace unos 80 millones de años… ¡y aún perdura! Para proteger esta reliquia viviente, amenazada por la desertificación y la deforestación, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Y para preservar la cultura y prácticas en torno al argán, éstas fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2014.
Se extrae el aceite de la semilla del argán; tiene usos alimentarios, médicos y cosméticos y además… ¡es un regalo de bodas! El argán se ha adaptado a las condiciones ambientales más difíciles; tiene la capacidad de atrapar la humedad atmosférica nocturna y almacenar el agua. Es un árbol único en su género y sólo crece en forma natural, llegando a vivir unos 150 a 200 años.
De copa amplia y redondeada y tronco nudoso, sus ramas están cubiertas de espinas. Las raíces pueden llegar a hundirse hasta 30 metros de profundidad en busca de agua. Entre mayo y junio ofrece sus frutos redondos que encierran dura almendra: dentro de ésta se encuentran las preciadas semillas de las que se extrae el aceite.
Componentes del aceite de argán
Ya que conocemos el árbol y su importancia, dediquémonos ahora al aceite. El aceite para uso alimentario tiene aroma a avellanas y color dorado, mientras que el aceite cosmético proviene del prensado en frío de los frutos, resultando un producto de aroma suave y color neutro. Para el pueblo bereber, el aceite de argán es muy simbólico por eso se lo utiliza en las bodas y como signo de hospitalidad, y desde siempre lo emplean en la alimentación, medicina y cosmética. Por ejemplo se lo emplea para masajes, cicatrización, acné y dolores reumáticos. La ciencia ha venido corroborando las virtudes que los bereberes conocen desde la más remota antigüedad para el cuidado de la piel, uñas y cabello:
- Alto contenido en vitamina E (tocoferoles), casi tres veces más que el aceite de oliva, por lo que es un antioxidante natural;
- 80% de ácidos grasos esenciales, AGE: ácido oleico (45%), ácido linoleico o vitamina F (35 %), ácido alfa-linolénico (15 %), ácido gamma-linolénico (3 %), ácido araquidónico (1%)
- Carotenoides;
- Esteroles como el escotenol (48%) y el espinasterol (44%) que no se encuentran en esa concentración en ningún otro aceite vegetal y alta concentración de esqualeno (320 mg/litro);
Productos y propiedades dermocosméticas
Actualmente las perfumerías y farmacias ofrecen una gran variedad de productos con aceite de argán. Para elegir los mejores te recomendamos comprobar:
- Aroma y color: deben ser suaves y agradables
- Absorción: el producto debe absorberse rápidamente y no dejar residuos grasos.
Los productos con aceite de argán tienen propiedades suavizantes, regeneradoras y protectoras de la piel y el cabello. Pueden estar enriquecidos con otros elementos como manteca de Karité o aceite de zanahorias para potenciar sus virtudes.
Te recomendamos utilizar productos con aceite de argán en champúes, acondicionador para el cabello y cremas para manos, rostro y cuerpo, así aprovecharás al máximo sus virtudes:
- Desensibiliza las pieles irritadas;
- Previene el envejecimiento;
- Nutre y repara la fibra capilar;
- Nutre e hidrata la piel;
- Mejora la actividad celular;
- Protege de la radiación solar.