Como lo decíamos en el artículo anterior, el desayuno es un hábito que debe adquirirse desde la infancia. No desayunar tiene consecuencias, no solamente sobre el rendimiento en la escuela o el trabajo sino en nuestra salud en general como veremos a continuación. Recuerda la antigua máxima: “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”
Consecuencias de no desayunar
- La falta de un desayuno adecuado implica no contar con el aporte energético necesario como para realizar satisfactoriamente las tareas diarias;
- Las personas con diabetes, si no desayunan, pueden caer en una hipoglucemia;
- Debido a los diferentes horarios de cada uno de los miembros de la familia, probablemente el desayuno sea la única comida en la que todos coinciden; no reunirse para desayunar disminuye la calidad de la vida familiar;
- Obesidad: no desayunar provoca hambre a media mañana y con ésta la tendencia al picoteo o al consumo de snacks o alimentos industrializados con excesivo contenido de azúcar o sal y esto está relacionado directamente con la obesidad;
- La falta del desayuno altera los horarios de las otras comidas;
- Otra consecuencia de no desayunar, es que la dieta en general se vuelve más pobre y menos nutritiva.
¿Cómo debe ser el desayuno?
A esta altura de las cosas te estarás preguntando: Entonces… ¿cómo debe ser el desayuno? Según los principales especialistas en nutrición como la doctora Nora Giuliano que nos ha asesorado para la preparación de esta nota, el desayuno debe contener:
- Una porción de lácteos
- Una porción de granos
- Una fruta.
Lácteos: son la principal fuente de calcio en la alimentación. Las personas que suprimen los lácteos en el desayuno no llegan a alcanzar la cuota diaria de calcio que necesita el organismo.
- Lácteos: generalmente se asocia “lácteos” a la taza de leche, combinada o no con otros productos como café, té, mate cocido o chocolate. Se puede reemplazar por queso fresco. Recuerda que la diferencia entre los lácteos descremados y no descremados es la cantidad de grasa.
- Granos: en forma de panes, galletitas, granolas, copos, inflados.
- Fruta: se recomienda ingerir la fruta entera ya que la costumbre es tomar un jugo o licuado.