Las bebidas alcohólicas son aquéllas que contienen más de un 0,5% vol. de alcohol en su composición. El Código Alimentario Argentino diferencia las bebidas fermentadas (cervezas y vinos) de las bebidas alcohólicas (licores, aguardiente, etc.). Las últimas investigaciones otorgan a los vinos, y en especial al vino tinto, algunas propiedades beneficiosas para la salud, por supuesto consumido con responsabilidad y moderación. Sin embargo, desde el punto de vista de la Diabetes, debemos hablar en conjunto de bebidas alcohólicas y cómo debe actuar la persona con diabetes. Dedicaremos un párrafo a las personas jóvenes, ya que según el Ministerio de Salud de la Nación y otros organismos, el consumo de alcohol entre los adolescentes se duplicó en los últimos diez años. Si usted es una persona joven con diabetes o el feliz padre/madre de uno de estos personajes… le interesará saber cómo manejar su consumo de alcohol.
Cómo se metaboliza el alcohol
Es importante saber que las bebidas alcohólicas no contienen nutrientes, sólo realizan un aporte energético o calórico al organismo (calorías “vacías”). En el vino, y especialmente en los vinos tintos, se han descubierto diferentes componentes, como antioxidantes y fibras que podrían tener efectos positivos en el organismo e inclusive se llega a recomendar un consumo moderado de vino, pero es necesario recalcar que no se trata de nutrientes. Más del 90% del alcohol ingerido es metabolizado por el hígado, mientras que el resto es eliminado del organismo por excreción. El hígado puede metabolizar el alcohol a una tasa constante (1 ½ a 2 hs para metabolizar cada medida del alcohol), y en forma más lenta de lo que se absorbe. Esta es la razón por la que la ingestión no moderada de alcohol causa embriaguez: por la cantidad de alcohol acumulada en el organismo. Siempre se recomienda no beber con el estómago vacío: esto es porque la presencia de alimentos limita la absorción del alcohol por el organismo, que de otra manera pasaría más rápidamente a la sangre. La velocidad de absorción también es acelerada por el sexo (las mujeres lo absorben más rápidamente que los varones) y la edad (a mayor edad mayor intoxicación).
Efectos del alcohol en el organismo
Por lo dicho anteriormente, es decir, que el alcohol no aporta ningún tipo de nutrientes al organismo, el consumo de alcohol es una costumbre de raíces sociales y culturales… muy antiguas, es cierto, ya que las bebidas fermentadas eran conocidas por nuestros más remotos antepasados, y las destiladas se crearon hace casi 1.000 años pues los primeros alambiques datan del siglo XII. El hígado convierte al etanol en acetato y lo envía a la sangre, a través de la cual viaja a distintos órganos entre ellos el cerebro. Los efectos del alcohol en el organismo son:
- Actúa como una droga sobre el Sistema Nervioso Central, produciendo alteraciones del comportamiento
- Afecta la sensibilidad a la insulina
- El cerebro utiliza el acetato como una fuente de energía alternativa en vez de la glucosa, lo que puede desencadenar una hipoglucemia.
- Provee calorías adicionales
- Contribuye a la deshidratación
- Aumenta la presión sanguínea y los triglicéridos
Riesgos del consumo de alcohol en las personas con DIABETES
Si estas consecuencias son negativas para cualquier persona, más aún lo son para las personas con diabetes:
- Las que utilizan insulina pueden sufrir una hipoglucemia hasta 24 horas después de haber bebido alcohol.
- Diabetes tipo 1: pueden sufrir hipoglucemia en la mañana si se ha consumido alcohol dos a tres horas después de la cena de la noche anterior.
- Las calorías adicionales pueden dificultar el control de peso
- Pueden tener dificultades para prevenir y tratar la hipoglucemia
- El consumo de alcohol puede acarrear complicaciones como enfermedades pancreáticas, dificultades visuales, elevación de la presión arterial y los triglicéridos, problemas del hígado, daños al sistema nervioso y enfermedades cerebro vasculares.
¿Pueden las personas con diabetes consumir alcohol?
Las personas con diabetes pueden consumir alcohol en forma muy moderada, conociendo los riesgos y sabiendo cómo prevenirlos o actuar en caso de una hipoglucemia. Se recomienda no ingerir más de dos a tres UBE (Unidades de Bebida Estándar ) por día los varones y una UBE las mujeres. Sin embargo, la persona con diabetes NO deberá beber alcohol si:
- Es mujer, está embarazada o en tratamiento para quedar embarazada, o está amamantando;
- Existen antecedentes familiares o personales de problemas con la bebida;
- Debe conducir o realizar actividades que requieren atención o destreza;
- Está tomando medicamentos que pueden interactuar con el alcohol (consulte con su médico)
- Está siguiendo una dieta para bajar de peso
Combinación diabetes-alcohol:
Las personas con diabetes deben conocer los peligros del consumo de alcohol en su situación, ya que el principal riesgo es la baja del nivel de azúcar en sangre; si debe recibir insulina, el consumo de alcohol puede conducir a reacciones aún más severas. Si beben, deben conocer los síntomas de hipoglucemia e informarlos a las personas con las que se encuentran para que éstas puedan actuar adecuadamente. Las personas con diabetes que realizan ejercicio están sujetas a un mayor riesgo de la baja del nivel de azúcar en sangre si beben alcohol.
Jóvenes con diabetes y consumo de alcohol
Los chicos y chicas con diabetes deben llevar una vida lo más normal posible… ¡y esto incluye, en la actualidad, salidas en las que se bebe alcohol! Como ya lo dijimos, el principal peligro para las personas con diabetes al consumir alcohol, es el riesgo de sufrir una hipoglucemia, que inclusive puede aparecer hasta 36 horas después de haber bebido, y de mayor intensidad si no se han ingerido alimentos. Como además el consumo de alcohol entorpece los sentidos, puede ocurrir que el joven diabético no se dé cuenta de que está sufriendo una hipoglucemia y atribuya los síntomas al efecto del alcohol. En los hospitales es desgraciadamente bastante habitual el ingreso de jóvenes en estados como agresividad, convulsiones o coma a causa del consumo de alcohol combinado con diabetes. ¡Esta situación se puede y debe evitar! Aunque lo mejor sería que no bebieran, las personas jóvenes con diabetes deben estar muy bien preparadas para afrontar la situación si van a consumir alcohol:
- Nunca beber alcohol si la diabetes está descompensada
- Nunca beber con el estómago vacío
- Elegir bebidas de baja graduación alcohólica, aunque por ejemplo las cervezas de baja graduación suelen tener más azúcar;
- Beber lentamente para dar tiempo a la metabolización del alcohol y minimizar la alteración de los sentidos
- Beber alcohol combinado con bebidas que contengan carbohidratos (jugos de frutas, bebidas cola)
- Controlar la glucemia con frecuencia incluso varias horas después de haber bebido.
- Llevar identificación, alertar a los amigos e informarles qué hacer en caso de una hipoglucemia
Como lo hemos dicho muchas veces, la información y la educación diabetológica son la base para que las personas con diabetes puedan llevar una vida integrada y plena… y esto incluye a toda la comunidad.
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