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La Patagonia argentina es un lugar mágico: custodiada por la cordillera de los Andes, se extiende desde el mar hasta la montaña y desde la templada zona pampeana hasta los campos de hielo del extremo sur. Ríos, lagos, bosques y la áspera meseta con sus vientos eternos configuran una rica geografía en la que abundan hierbas y arbustos de poder curativo. Precisamente de la Patagonia provienen las especies poseedoras de quercetina con las que se elaboran lociones y cremas hidratantes y nutritivas.
Plantas medicinales de la Patagonia
Las virtudes de estas plantas son conocidas desde las épocas más remotas; a lo largo del tiempo se han ido descubriendo sus propiedades medicinales y curativas y estos conocimientos se transmiten de generación en generación. Los saberes ancestrales confirman lo que posteriormente la ciencia se ha dedicado a clasificar, dar un nombre y analizar las sustancias que poseen… Así, entre las hierbas de la Patagonia encontramos sorprendentes tesoros medicinales como el resinoso molle, un arbusto de flores amarillas; el romerillo o yuyo moro, de color verde grisáceo, fuertemente aromático, la dulce melosilla y la espinosa yerba del guanaco, con sus grandes flores acampanadas.
La poderosa quercetina
Algunas de estas plantas como el molle, el calafate o el yaoyin, con sus frutos en forma de bayas oscuras y carnosas, contienen entre sus aceites esenciales la quercetina, un flavonoide de gran poder antioxidante y demostrados beneficios para la piel como su poder nutritivo y su capacidad para inhibir el enrojecimiento, ayudando a combatir la dermatitis de contacto y la fotosensibilidad. En cuanto a otras virtudes que ayudan a mantener una piel saludable se considera que es una reguladora natural de la presión arterial y supresora de la enzima productora de cortisol, disminuyendo los efectos del estrés.
Cosmética natural con hierbas de la Patagonia
Los extractos de la Patagonia se combinan con el poder del agua termal para la elaboración de productos como lociones tonificantes, emulsiones de limpieza, cremas hidratantes y dermoprotectoras. La quercetina aporta su efecto antioxidante y crea una barrera fotoprotectora de amplio espectro (UVB+UVA) que protege las fibras de colágeno disminuyendo el fotoenvejecimiento, mientras que el agua termal, fuente natural de minerales y oligoelementos, restaurara eficazmente la función barrera de la piel.
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