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“No hay dos celíacos iguales” fueron las palabras con las que me recibieron cuando fui a una de las reuniones de la Asociación de Celíacos de mi distrito. Entonces, me dispuse a escuchar las experiencias de las otras personas que se encontraban allí… tenía razón.
Luego me mudé y a donde fui no encontré ningún grupo como el de mi antiguo barrio, por lo que me puse a buscar uno en internet y encontré CeroTACC y otros sitios donde comparto las experiencias de mi vida como mamá de una celíaca de 3 años, muy sintomática.
Comentando de la facilidad con que surgen los síntomas en mi hija me encontré con un grupo de celíacos asintomáticos… claro, hasta ahora había en mi “libro de celíacos” un grupo que no reaccionaba excepto por ingestión, otro que reaccionaba también al gluten en el aire… otro que la reacción se notaba en la piel y apareció este grupo que no tiene síntomas de ningún tipo.
Mi primera pregunta a ellos fue ¿cómo se enteraron? Y en todos la respuesta fue similar, el diagnóstico de un familiar cercano. Pero, todavía no lo podía creer ¿no sintieron nunca nada de nada al consumir gluten? Ahí las respuestas se tornaron diferentes. Algunos antes de la dieta tenían dolores de cabeza leves o se cansaban un poco más, pero nada que fuera un síntoma que siquiera a los médicos les indicara la presencia de una anomalía en la salud. Otros no tenían ningún tipo de problema.
Mi siguiente pregunta fue, entonces, si sintieron alguna diferencia en su calidad de vida luego de empezar la dieta, y ahí la respuesta también la misma en todos los casos, comenzaron a sentirse mejor que antes… el pelo y las uñas más fuertes, con más energía… por lo que hacer la dieta significó un cambio en sus vidas, la mayor diferencia con los celíacos sintomáticos, es que este grupo de celíacos sin síntomas nunca hubiera notado la diferencia sin tener el diagnóstico.
Entonces, sentí curiosidad por lo riguroso de su dieta. Los que tienen síntomas saben muy bien el alto costo de “un desliz” pero ellos, que no tienen consecuencias ¿tienen “deslices” frecuentes? Y su respuesta, fue muy sincera… al principio costó más que lo que le costaría a un celíaco sintomático, y más aún cuando tenían que explicar que no les pasa nada si comen algo con gluten.
Pero que al notar el cambio en esos “pequeños” detalles del estilo de vida y al entender que hoy no les pasa nada, y quizás dentro de unos años tampoco pero su cuerpo le avisa de una condición especial, toman conciencia de los posibles riesgos y hacen la dieta como cualquier otro celíaco.
¿Cómo es tu experiencia de celíaco sin síntomas? ¿Conoces a alguno? ¿Crees que deben hacer la dieta estricta o pueden ampliarla un poco?
